Montevideo da la bienvenida a la primera bodega urbana del paÃs
Ubicada en una antigua casona del barrio Parque Rodó, esta propuesta innovadora rinde homenaje a la riqueza cultural uruguaya a través del vino.
por María Noel Maisonnave
Ubicada en una antigua casona del barrio Parque Rodó, esta propuesta innovadora rinde homenaje a la riqueza cultural uruguaya a través del vino.
City Winery Uruguay es la nueva apuesta de Bodega Pizzorno en Montevideo, liderada por Francisco y María Clara Pizzorno Rodríguez, cuarta generación de la familia. Inspirados en su legado y con la visión de acercar el mundo del vino a la ciudad, han creado un espacio donde tradición y modernidad se fusionan en una experiencia única.
La propuesta incluye una cava subterránea para catas de vinos de alta gama, un restaurante gourmet, con cocina a la vista, que marida gastronomía local con etiquetas seleccionadas, una terraza con wine bar y una sala inmersiva 360°. Allí, un espectáculo audiovisual recorre la historia del vino uruguayo desde la mirada de la familia Pizzorno y los pioneros de la industria vitivinícola del país. Por la noche, el espacio se transforma en un escenario donde la música y la danza reviven los ritmos más icónicos de Uruguay.
Esta propuesta representa una nueva forma de honrar el legado familiar, un tributo a sus antecesores que complementa la histórica bodega Pizzorno ubicada en el departamento de Canelones, reafirmando su compromiso con la evolución del enoturismo uruguayo.
Con esta iniciativa, Uruguay se convierte en el primer país del hemisferio sur en combinar el vino y la cultura nacional a través de una experiencia inmersiva y multisensorial.
¿Qué significa para ustedes ser la cuarta generación al frente de la bodega familiar y estar al frente de este proyecto en particular?
María Clara: Para mí, significa la responsabilidad de seguir innovando dentro del legado familiar. Desde chicos hemos sido soñadores y un poco rebeldes, y con City Winery buscamos ofrecer una visión diferente de la industria: más cercana, contemporánea, alineada con las nuevas generaciones.
Francisco: Es un orgullo enorme y, al mismo tiempo, un desafío constante. Nos toca honrar el legado familiar con una mirada fresca, adaptándonos a un mundo donde la innovación es clave. A veces implica romper con tradiciones de décadas, no para cambiarlas por completo, sino para que la bodega y la industria sigan evolucionando. Cada generación enfrenta su propia «crisis de crecimiento», pero siempre con la certeza de que quienes nos precedieron dieron lo mejor de sí. City Winery nos permite acercar el vino a más personas, generar nuevas experiencias y contribuir al crecimiento de toda la industria vitivinícola uruguaya.
Si pudieran contarles a sus abuelos y bisabuelos sobre esta nueva bodega, ¿qué les dirían?
MC: Primero, les diría que se queden tranquilos, que la cultura del trabajo quedó bien aprendida (ríe). También que elegimos seguir este camino y llevar la bodega a la ciudad, con la intención de dejar una huella en quienes nos visitan. Queremos que vivan una experiencia innovadora y memorable.
F: Les diría que su esfuerzo y pasión siguen vivos, que la bodega no solo continúa, sino que evoluciona con cada generación. Y que, tal como ellos lo soñaron, cada cosa que hacemos se construye sobre cimientos firmes, para que quienes vengan después puedan seguir disfrutando y aportando a esta actividad.
¿Cómo les gustaría que la gente se sintiera al visitar City Winery por primera vez?
MC:.City Winery busca honrar nuestra cultura. Ojalá los uruguayos se sientan orgullosos al conocer las raíces y la historia de los inmigrantes que hay detrás de cada una de nuestras familias, y que los turistas se sorprendan al descubrirla.
F: Queremos que la gente sienta que está viviendo algo único y que City Winery aporte a la ciudad una propuesta que, a mi entender, hacía falta. En Buenos Aires han logrado que los locales disfruten de una oferta nocturna variada, desde teatro hasta experiencias inmersivas, y creemos que en Montevideo hay espacio para lo mismo. Queremos ser parte del ocio de los montevideanos, ofreciendo un lugar donde el vino, la gastronomía y la cultura se unan en una experiencia especial. Que quienes nos visiten se vayan con ganas de volver, sintiendo que fueron parte de algo auténtico y cercano.
Si pudieran invitar a cualquier persona –viva o fallecida– a compartir una copa de vino, ¿a quién elegirían y por qué?
MC: A mi padre, para agradecerle su recorrido y por habernos dejado elegir de qué manera hacer el nuestro. Sé que hoy se siente muy orgulloso. Y a mi tío Gonzalo, por creer en nuestro sueño y acompañarnos desde el primer momento.
F: A Tata Mario, porque sé que hubiese estado ahí para conseguir un mueble, ayudarnos con el trámite más difícil y apoyarnos en este proyecto. Creo que heredé algo de su energía y de ese espíritu del «todo se puede».
¿Cuál es la huella que quieren dejar en la historia del vino uruguayo?
MC: Innovación.
F: Calidad.
Si tuvieran que describir City Winery en tres palabras, ¿cuáles serían?
MC: Cultura, gastronomía y experiencias.
F: Entretenimiento, encuentro y vanguardia.
CITY WINERY
Requena 1094, esquina Maldonado
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@citywinery_uy