La belleza como resultado de un bienestar interior

La salud de una persona tiene tanto que ver con patologías físicas como con sus hábitos, su salud emocional y su entorno. Este es el enfoque de la medicina funcional, que busca tratar a los pacientes en su totalidad, así consulten por problemas específico

La medicina funcional es un tema que ha ganado popularidad en los últimos años por su particular abordaje de la salud que encara al paciente desde una perspectiva más global, dejando de ver al cuerpo y la mente como dos unidades separadas, para pasar a prestar más atención a elementos como el entorno y los sentimientos. Con el objetivo de entender un poco más sobre esta nueva forma de hacer medicina hablamos con la doctora Margarita Ramírez, endocrinóloga especializada en medicina estética, quien nos explica que, incluso para lo estético, es importante atender a los pacientes desde su totalidad, porque la belleza comienza de adentro hacia fuera. «Como médico, uno siempre apunta a la salud. Después, además de ser médico, me encanta la estética, me apasiona. Unir esas dos cosas es interesante y, cuando las unimos, también vemos que necesitamos la parte de adentro de la persona, una totalidad, necesitamos ver a la paciente y no solamente una arruga o una caidita de piel», explica Ramírez. «La gente quiere verse linda, es parte del ser humano, pero es fundamental la parte de quererse y cuidarse. Siempre que vemos a un paciente tratamos de hacerle entender que, para poder brillar, lo interior es fundamental. La higiene del sueño, dormir bien… descansar en las horas que hay que descansar es tan importante como lo que comemos, como la pastilla que nos tomamos para la presión. Es más importante todavía», afirma la doctora. Es que hoy en día el estar estresado, el no dormir bien y no tener tiempo para nada, ni para sentarse a comer una buena comida, se han normalizado a tal punto que muchas personas lo tratan como algo de lo que estar orgulloso. Sin embargo, de acuerdo con Ramírez, ninguna de estas cosas es normal y no representan un estado de salud. «Los grandes males de la actualidad son el estrés y las presiones. La presión de que tengo que verme de determinada manera, de que envejecer es malo. Eso siempre va a estar, la clave pasa por ver cómo lo podemos manejar, intentar conocerse y saber el ritmo que uno tiene para poder manejar el problema», cuenta Ramírez. Problema es la palabra clave, y puede ser peor de lo que muchos imaginan. Según explica Ramírez, se ha estudiado que muchas de las patologías que hay en la gente joven, como el cáncer o enfermedades autoinmunes y enfermedades crónicas, en conjunto con la cantidad de sobrepeso, estrés y depresión que se despiertan en la juventud, son evidencia de que el ambiente nos intoxica, los malos hábitos nos intoxican y el estrés nos intoxica; todo esto conduce a enfermedades. «Si nosotros no cuidamos nuestros hábitos desde jóvenes, llegamos a un envejecimiento precoz y eso es lo que no queremos. El envejecimiento precoz es malo y los malos hábitos nos llevan a eso: el mal dormir, el mal comer, el no tener un ratito para almorzar, para desayunar. Es fundamental, no solo para la estética, sino para la salud en general, sentarse un ratito a comer y a digerir, a pensar, a meditar, a escuchar música. Algo que te guste diariamente», agrega la doctora. «Con la medicina funcional vamos a a prevenir más que a curar», enfatiza Ramírez. «Y no hay que esperar a tener 50 o 60 para prevenir. Se previene desde joven con hábitos, con una buena alimentación, con un buen dormir: se previene dándole al paciente lo que le falta», continúa. La salud intestinal y el sueño, ejes fundamentales Conjugar al paciente en un todo es el pilar más importante de la medicina funcional, pero, dentro de esta, la salud intestinal y la higiene del sueño son lo que hace que todo funcione como debería. «El intestino es parte fundamental, es el eje de todo esto, y de ahí partimos al resto del cuerpo. Entonces, lo que comemos, en qué horario lo comemos, pasan a ser fundamentales en la medicina», explica Ramírez. «Y el descanso también es una parte fundamental, los ciclos del sueño son fundamentales para reparar el cuerpo, para regenerar, para matar las células mutadas que tenemos, es fundamental para el estado de ánimo, para el cerebro, para las comunicaciones del cerebro», explica. Para ponerlo en perspectiva, el intestino es la superficie más grande de exposición hacia el exterior que tenemos en el cuerpo y, por detrás, están el 70% de nuestras defensas. Esto significa que todo lo que comemos despierta nuestras defensas y desencadena una reacción que afecta a todo el cuerpo, por lo que es fundamental que el ecosistema viviente que se encuentre dentro del intestino esté en equilibrio. Según explica Ramírez: «Un ecosistema no equilibrado repercute en el cerebro, en el humor, en la energía, en cómo dormimos, en todo. Es por eso que siempre que ingresa un nuevo paciente, la idea es que tenga una consulta conmigo, unida con la parte de nutrición, intentar que haya una parte más del descanso, de la meditación, la alimentación y la parte de la estética juntas».