Arte en movimiento
Es un autodidacta que se dedica al arte desde hace 20 años. Es un artista sensible y diferente a lo que estamos acostumbrados a ver, que vino a romper estructuras, un creador de obras de arte que juegan con la percepción, el movimiento y la estética. Conocimos su obra en Big Bang Nature Stays, el glamping ubicado en Sauce de Portezuelo, desde ese momento nos cautivó la originalidad de su trabajo y
El artista plástico Gustavo Genta está viviendo un excelente presente, con sus obras enriqueciendo distintos espacios de Montevideo, como es el caso de las tres esculturas públicas en el World Trade Center o de la instalación ubicada en la entrada del Hotel Sofitel.
Mientras prepara su primera exposición en Buenos Aires, a realizarse en abril en la Galería Palatina, Genta dialogó con The Select Experience sobre su recorrido como profesional, su presente y sus sueños, como artista y como padre.
¿Cuál es tu formación? ¿Cómo y cuándo te introdujiste en el mundo del arte?
Desde chico me formé con mi abuelo y mi padre, trabajando mucho en el taller. Construimos botes y hasta una casa rodante. Con mi abuelo no se podían resolver los problemas comprando, teníamos que inventar. Luego estudié en el Centro de Diseño Industrial y, como muchos otros diseñadores, me convertí en artista.
¿Cómo definís el arte que hacés? ¿Cuál dirías es tu estilo?
Yo me defino como un investigador. Trato de mostrarle a la gente caminos que nunca vieron. Creo que es lo más valioso que tiene mi trabajo. El método es simple, mucho trabajo, perseverancia y reflexión.
¿Qué tipo de obras creás?
Básicamente creo objetos, en diferentes formatos: escultura, cuadros, instalaciones. También me gusta la idea de pasar de una categoría a la otra, creando categorías o formatos nuevos. La vida está llena de «no se puede, no se debe o no se hace de determinada manera». Creo que las cosas nunca se hicieron de determinada manera hasta que se hacen.
¿En quiénes te inspirás a la hora de crear?
Básicamente mi vida está dedicada a mis hijas, me inspiro en ellas y en demostrarles que todo es posible. Me gusta educar con el ejemplo, igualmente me gustaría, como a todos los padres, que sean mejores que yo.
¿Qué materiales utilizás en tus obras?
Utilizo mucho el alambre, como línea en el espacio. Es mi manera de dibujar en 3D. En 2D no tengo la capacidad. También uso papel y objetos que me gustan. Me gusta la idea de darle valor al material.
¿Dónde se pueden encontrar tus obras?
Tengo tres lugares propios donde se puede ver la obra. La casa Antonio Serratosa en Ciudad Vieja, Monoccino en Manantiales y mi taller en el barrio Cordón. Hay tres esculturas públicas en el World Trade Center y una instalación llamada «Nubes de estorninos» en la entrada del Hotel Sofitel.
¿Qué buscás que logren tus obras en los ambientes donde están emplazadas?
Desde chico siempre me sentí atraído por la belleza. La belleza se encuentra en todos lados, en las cosas simples como la naturaleza. Me gusta crear objetos bellos, sutiles, elegantes que invitan a la contemplación.
¿Qué repercusión ha tenido tu trabajo en Uruguay y en el mundo?
Realmente me está yendo muy bien, puedo vivir de mi trabajo. Siendo artista, ya es mucho pedir. Se me han abierto muchas puertas y he conocido mucha gente interesante. Muchas personas comienzan siendo clientes y luego terminan siendo amigos.
¿Tenés planeada alguna exposición?
En el mes de abril tengo mi primera exposición en Buenos Aires. Va a ser en la Galería Palatina. Este es el primer proyecto para arrancar el 2022. También tengo varios proyectos encaminados que se podrían concretar.