Un viaje al cosmos uruguayo

Su interés por la astronomía se remonta a su niñez, en su juventud se enamoró del cielo al observar a Saturno a través de un telescopio. Hoy es un astrofotógrafo profesional reconocido a nivel mundial, divulgador de la astronomía y defensor de nuestros cielos.

Por María Noel Maisonnave

Hace unos años atrás, la vida me cruzó con Fefo Bouvier en Colonia del Sacramento, ciudad de donde es oriundo. Colaboró con uno de mis libros cuando aún se dedicaba a la fotografía de hoteles. Desde que lo conocí noté su pasión por la fotografía del cielo nocturno, aunque lejos estaba de dimensionar todavía el alcance de su trabajo. Empecé a seguir más de cerca sus publicaciones y poco a poco fui conociendo su esencia y su aporte al universo.

Su interés por la astronomía se remonta a su niñez, pero fue a sus 18 años cuando se enamoró del cielo al observar a Saturno a través de un telescopio. Desde entonces, empezó a realizar sus primeras exploraciones utilizando algunos instrumentos que heredó de su abuelo, óptico de profesión y aficionado a la astronomía. Hoy, 15 años después, se ha convertido en astrofotógrafo profesional, divulgador de la astronomía y defensor del cielo nocturno.

El talento de Fefo es reconocido tanto a nivel nacional como internacional. La Nasa ha publicado seis de sus fotografías como Astronomy Picture of the Day (en español, imagen astronómica del día), posicionándolo como un referente en Uruguay y la región. En palabras de Fefo: «Cada una ha sido una oportunidad enorme de divulgar la astronomía a través de la fotografía, e invitar a reflexionar sobre los cielos privilegiados que tenemos en Uruguay».

Fefo busca difundir la práctica de la observación del cielo y generar conciencia sobre la necesidad de reducir la contaminación lumínica. Es un ferviente defensor de nuestros cielos. A través de su proyecto «Mirá las estrellas» (www.miralasestrellas.

com) explora, documenta y muestra los mejores paisajes naturales del cielo en Uruguay. Fue premiado por el Ministerio de Educación y Cultura por su aporte al desarrollo del astroturismo y declarado de interés por el Ministerio de Turismo (Uruguay Natural).

Este trabajo lo llevó a vincularse con la International Dark Sky Association (IDA), una organización que trabaja para combatir la contaminación lumínica a nivel mundial. Esta contaminación se produce cuando la luz artificial está mal gestionada: cuando las luces apuntan al cielo en vez de apuntar al suelo, cuando es más intensa de lo necesario o cuando es blanca, en vez de cálida, generando un impacto negativo en los ecosistemas. En diciembre de 2021, Fefo fue destacado como la «estrella del mes» por la IDA con su proyecto «Mirá las estrellas».

El astroturismo se alza como una tendencia fascinante y en constante crecimiento en un mundo inundado de información y destinos turísticos. Ofrece una manera distinta de conectar con el universo, Uruguay tiene un potencial enorme para el desarrollo de este tipo de experiencias.

Los invito a emprender un viaje cósmico, donde descubriremos los secretos del cielo de la mano de Fefo, que nos ayudará a tomar conciencia sobre nuestro rico patrimonio astronómico y los beneficios de observar las estrellas.

Porque en Uruguay, ¡hasta los cielos son encantadores!

¿Qué es el astroturismo?
El astroturismo es una actividad que se centra en la observación del cielo nocturno con el objetivo de contemplar estrellas, planetas, galaxias y otros objetos celestes, así como también la apreciación de fenómenos astronómicos como los eclipses de Sol y de Luna. Los destinos ideales para su desarrollo suelen ubicarse en áreas alejadas de la contaminación lumínica, lo que permite una visión más clara y detallada del firmamento. En Uruguay no faltan lugares con esas características. La observación astronómica puede estar acompañada de actividades educativas, como las que ofrece el Planetario de Montevideo y la cultura asociada con la observación del cielo nocturno.

¿Cómo ves el desarrollo de esta actividad en Uruguay?
En Uruguay contamos con cielos nocturnos prístinos (áreas con mínima contaminación lumínica). Eso ha llevado a que los operadores turísticos que ya ofrecían experiencias de naturaleza empiecen a considerar el astroturismo como una oportunidad innovadora. Aunque es un sector en desarrollo, hay un entusiasmo creciente por parte de los operadores y de los turistas locales e internacionales. En mi opinión, esto augura un rápido y prometedor desarrollo de la actividad.

¿De dónde nace tu pasión por la astrofotografía?
Es una larga historia, pero esta es la versión más corta. Desde chico siempre tuve interés por el cielo, como todo niño que se maravilla con las estrellas, los planetas y las galaxias. El hecho de que mi abuelo materno haya sido un astrónomo aficionado y yo haya tenido acceso a sus instrumentos de observación astronómica me impulsó a explorar un poco más. Desde joven tuve el deseo de divulgar lo que aprendía y eso me llevó a crear un sitio web que llamé «El cielo del mes». Desde ahí compartía los eventos y fenómenos astronómicos que se podían apreciar en el cielo mes a mes. La astrofotografía nació como una necesidad de capturar esos eventos y poder utilizar mis propias fotos para su difusión. El tiempo me llevó a «masterizar» la técnica, hasta dejar mi trabajo como agente de viajes para dedicarme a mi pasión con la fotografía.

¿Qué tenemos que saber para poder observar nuestros cielos?
El cielo se puede observar en cualquier parte, pero para experimentar un cielo nocturno natural hay que tener en cuenta algunas claves. Lo primero es alejarse de las luces de la ciudad y buscar un entorno lo más despojado posible de luz artificial, como el campo, las sierras o la costa. La atmósfera es más oscura y las estrellas se ven mejor cuando estamos en los días previos o posteriores próximos a la Luna nueva, pues el brillo de la Luna llena es tan potente que opaca las estrellas y la Vía Láctea. Para esto se puede consultar un calendario lunar en internet y estudiar guías astronómicas y efemérides para saber cuándo y cómo ver objetos como constelaciones, planetas, la Vía Láctea o fenómenos como eclipses y lluvias de meteoros. Esta información la comparto en mi newsletter gratuito, pero lo mejor es buscar la guía de un profesional del astroturismo.

¿Por qué la astronomía y la mitología van de la mano?
La astronomía y la mitología han estado entrelazadas a lo largo de la historia con el fin de explicar lo que se observaba en el cielo antes de los avances científicos modernos. Las antiguas culturas utilizaban mitos para comprender la creación del cosmos, los cuerpos celestes y otros fenómenos astronómicos. Además, la asociación entre dioses y planetas, estrellas o constelaciones era común en muchas religiones y mitologías, proporcionando un marco simbólico para la comprensión del mundo. La astronomía también influyó en el desarrollo de calendarios basados en observaciones astronómicas, y los mitos a menudo estaban vinculados a eventos celestiales importantes. Aunque la ciencia moderna ha ofrecido explicaciones más precisas, la conexión entre astronomía y mitología persiste como parte de la herencia cultural y simbólica de la humanidad, inspirando arte, literatura y tradiciones.

¿Cómo podemos ayudar a cuidarlos?
Uno protege lo que valora y aprecia, por lo tanto el primer paso para ayudar a la protección del cielo, en mi opinión, es conocerlo, estudiarlo y experimentarlo. En Uruguay somos cada vez más los que salimos a ver las estrellas y la astrofotografía lo hace más accesible, aún cuando no tenemos la posibilidad de observar el cielo de forma directa. Desde nuestros hogares, podemos tener un impacto significativo al revisar nuestras luminarias exteriores. Es esencial apuntar las luces hacia el suelo en lugar de hacia el cielo, cuando iluminamos la atmósfera -que no es transparente sino que posee pequeñas partículas que reflejan la luz- brilla y opaca las estrellas. Tambien podemos reducir la intensidad de las luminarias al mínimo y adoptar sensores de movimiento para que no estén encendidas cuando no se necesitan. Por último, hacer una transición de luces blancas a luces cálidas ayuda a reducir este impacto, la luz cálida se dispersa menos que la blanca. En Uruguay, la iniciativa ciudadana para mejorar las luminarias está en aumento, con vecinos colaborando y solicitando acciones a las intendencias. Es crucial reconocer que más luz no siempre equivale a más seguridad, y en ocasiones, el exceso de iluminación puede tener el efecto contrario.

¿Algo que te represente o te haya inspirado para dedicarte a esta actividad?
Un estudio de la Asociación Americana de Psicología afirma que mirar el cielo nocturno induce un sentimiento de humildad y provoca asombro. Explica que la humildad sirve a una función social vital, porque disminuye el énfasis en el yo individual y anima a renunciar al interés propio para mejorar el bienestar de los demás y del mundo en general.