Sentir del verde

En esta columna, Lola Capurro nos ofrece un recorrido de su formación y trabajo como paisajista, compartiendo los detalles más importantes que debemos tener en cuenta a la hora de decorar nuestro jardín.

Por Lola Capurro / paisajista
@lolacapurroamorim

Una de las cosas más gratificantes es ejercer una profesión que interactúa con el entorno y la naturaleza. Mis inicios en la jardinería vienen de mis raíces familiares. El jardín siempre fue un lugar de reunión, y el campo un paisaje latente en cada Semana Santa. Me formé durante cuatro años en la Escuela de Jardinería Prof. Julio E. Muñoz y, en una búsqueda de aprender más, llegué a Pampa Infinita, donde el paisajista británico John Brookes dejó su legado en manos de Josefina Casares y Martina Barzi. A ello se suma la experiencia de haber vivido diez años en Brasil, con la riqueza de su vegetación.

Esta introducción es para afirmar que quienes trabajamos con el verde tenemos en nuestros cimientos una sensibilidad especial con la naturaleza. Sabemos que somos transformadores de espacios y que le llevamos calidad de vida a las personas. Nuestra principal misión es aportar un pulmón verde al entorno, un sitio donde la biodiversidad pueda estar presente.

También es cierto que el paisajismo incrementa su valor de reventa. Trabajar con estudios de arquitectura que tienen esa mirada hace que el trabajo de los paisajistas logre una sinergia increíble y que el resultado final sea de excelencia.

La fuente de inspiración

Mi mayor motor es el cliente. Creo que el diseño de un jardín se arma con texturas, aromas y formas; pero el corazón del jardín es quienes viven en él. El suelo, la arquitectura, el entorno geográfico y el cliente son los verdaderos factores de inspiración.

Apelo a detenerme en una primera instancia en el sentido de la vista, el olfato y el auditivo. Estos tres sentidos ayudan a componer el lugar para empezar a trabajar. Luego, al conocer un poco más al cliente, incorporo el tacto y el gusto. El sentido del gusto es uno de los sentidos que más trabajamos durante la pandemia. Las personas entendieron que huertas y frutales podían formar parte de cualquier jardín.

También es interesante buscar la historia de los materiales inertes pertenecientes al lugar, conservarlos y potenciarlos. Me tocó en un proyecto reciclar una puerta de hierro construida en el año 1920. A esa pieza única le incorporamos un espejo como un portal y terminó siendo un punto focal del espacio.

Claves de un jardín integral

El jardín es un espacio que nos invita a quedarnos. Un buen diseño está relacionado con la capacidad de que el jardín sea vivible todos los meses del año. Intento que en cada estación exista un destaque vegetal. En algunos casos se logra con la floración, en otros con el fruto; esperar ese instante del jardín es muy gratificante.

Hoy buscamos que los jardines tengan sello propio. Uruguay está creando una comunidad muy fuerte de paisajistas. Nuestro deber es incentivar el uso racional de los recursos que tenemos para generar jardines más sustentables.

La vegetación nativa constituye una gran fuente de alimento y refugio para la fauna local. Funciona como pieza de equilibrio del ecosistema. Los paisajes con alma transmiten una sensación de vida, energía y conexión emocional. Son escenas naturales o urbanas que evocan una respuesta profunda en
aquellos que las contemplan.

La singularidad de un paisaje también puede estar determinada por la perspectiva personal de cada individuo y su conexión emocional con el entorno. Lo que puede ser único y especial para una persona, puede no serlo para otra.

Potenciar los ejemplares de las casas vecinas para apropiarse del paisaje del entorno es un ejercicio que hago al llegar a un lugar. Un ejemplo claro fue sugerirle a un cliente repetir la palmera Syagrus romanzoffiana (Pindó), presente en la casa de un vecino, en su jardín. Este recurso logró darle una sensación de mayor profundidad.

La arquitectura de la casa o edificio muchas veces se basa en líneas rectas y modernas. Con el propósito de suavizar esa estructura arquitectónica, utilizo como protagonista la curva. Uno de mis mayores desafíos es generar la sensación de un jardín envolvente.

La iluminación también transforma los jardines y prolonga su uso. Iluminar bien los jardines justifica la inversión a realizar. Hay tres sectores que recomiendo iluminar por separado: los ejemplares grandes, los canteros y la caminería. Las luminarias estanco son de extrema necesidad y proyectar el diseño de la iluminación con diferentes alturas es la clave para generar un jardín integral en la noche.

UN MEMORIAL DEDICADO A LOS ANDES

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Un gran desafío fue realizar, junto a María Teresa Flores y Jimena Pereyra, el memorial Unión, valor y fe en Los Andes, un homenaje por los 50 años del accidente, ubicado en una rotonda creada por el paisajista Francés Carlos Thays, en Costa Rica y Schroeder.

Su diseño tiene la forma principal del fuselaje del avión y fue creada por un espiral enorme de acero corten, con la cual representamos el lugar de amparo y protección en la montaña. Hoy la comunidad tiene un lugar físico para rendirles homenaje de los que ya no están con nosotros.

Implementamos recientemente un sector de oración, dado que se observó que muchas personas querían rezar frente a la placa homenaje. El diseño utilizó la curva para implantar diferente vegetación resistentes a los vientos, con pocas necesidades hídricas.

La implementación de lo nativo fue fundamental; especies más resistentes y muy nuestras, para representar esta historia que sentimos nos pertenece a todos los uruguayos. Nuestra planta protagonista, juniperus squamata blue, es un ejemplar que en invierno se vuelve completamente azul y atraviesa el espiral. Su vista direcciona.

PAISAJISMO Y ARQUITECTURA

La arquitecta y paisajista holandesa Mien Ruys (1904-1999) fue una de las primeras en ver la importancia de integrar, desde el inicio, el paisajismo con la arquitectura en el diseño de jardines. Uno de sus principales logros fue otorgar un papel decisivo a la elección del material vegetal, convirtiéndose en una de las diseñadoras de jardines más influyentes del mundo y pionera del movimiento New Perennial.

Pude visitar su jardín, que contiene 30 espacios diseñados de forma experimental con diferente impronta de diseño. Esos espacios tienen distintos tamaños, demostrando que en un jardín de menor escala es posible implantar un diseño claro y potente. Durante su carrera, Mien Ruys creó más de tres mil jardines y paisajes. Sus conceptos inspiran mis ideales.

Visitá virtualmente el Museo de los Jardines de Mien Ruys haciendo click aquí