Del campo a las pasarelas

La vida de Gabriela Hearst es una historia inspiradora, de una talentosa dise帽adora que se impuls贸 en los valores de su familia, con tradici贸n en el campo uruguayo, para realizar una espectacular carrera en el mundo de la moda, donde hoy es un nombre de referencia a nivel internacional.

por Annelisse Bentancor, especial para The Select Experience

Gabriela Hearst creció en el campo, pero toda la vida se rebeló contra la tradición familiar. «Tienes que hacer todo lo posible para triunfar, porque si no, vivirás el resto de tu vida criando vacas y ovejas», se repitió a sí misma durante muchos años. «Cuando falleció mi padre, me hice cargo de las tierras y entendí la importancia de esa parte de mi vida», explicó en conversación telefónica con el diario español ABC.

«Haberme criado en Uruguay, en el campo y con los valores de mis padres y su familia, es lo que me ha dado la oportunidad de estar por 20 años [en New York] y manejarme con esos valores. No podría hacer lo que hago si no hubiera nacido en Uruguay», señala.

Gabriela nació el 3 de noviembre de 1976 con el apellido Perezutti, pero se ha hecho conocida comercialmente como Gabriela Hearst, tomando el apellido de su marido Austin, empresario y nieto de William R. Hearst. Juntos tienen tres hijos.

La diseñadora creció en la estancia de su familia en Paysandú, se crió en el corazón de una familia productora de lana, rodeada de caballos y ovejas, un entorno que marcó su visión y misión en su proyecto. Se educó en The British Schools y se graduó en comunicación en la Universidad ORT Uruguay.

Tras mudarse a New York, Hearst trabajó como modelo y en el 2004 puso en marcha la marca Candela, con solamente 700 dólares. La colección estaba formada por camisetas con ilustraciones que mostraban a una mujer alada sobre un caballo, diseño basado en una fotografía de su madre. Dos años más tarde, la colección se extendió a prêt-à-porter y zapatos. Después de diez años, dejó Candela. Esta pequeña marca le serviría como experiencia para la creación de su exitosa firma homónima.

Poco a poco comenzó a centrarse en la sostenibilidad y en su segundo proyecto utilizó su nombre. Su idea era elaborar toda la colección a partir de materiales ya existentes y despieces no utilizados de las fábricas, donde el origen fuera más importante que el resultado, y la tradición, el valor yel cuidado estuvieran por encima de cualquier tendencia. 

El detalle de su trayectoria En 2015 Gabriela funda su propia marca, una más moderna y en la que se destacaba, por sobre todo, el uso innovador de materiales. Su socio mayoritario es su marido. «Lo que realmente me gusta es tratar de crear ropa que podrás llevar el resto de tu vida. Mi madre tenía muy poca ropa, pero estaba muy bien hecha», recordaba Hearst en una entrevista a la Federación Francesa de la Moda.

Un año más tarde, inspirada por la obra del pintor Fernando Botero, crea el Nina Bag, unos de sus grandes éxitos, un producto que lleva el nombre de la artista y activista Nina Simone. Con un asa superior estructurada con una bolsa redonda distintiva que se despliega suavemente a partir de un cierre giratorio, la Nina Bag está confeccionada en suave piel de napa italiana, detalles que le han convertido en un diseño único.

Fue en noviembre de 2015 cuando la diseñadora empezó a pensar en lanzar este bolso tras un encuentro con el jefe de diseño de Apple, John Ive, quien le consultó a Hearst dónde podía comprar el bolso que lucía y esta respondió que era un diseño suyo. Más tarde lanzaba una edición limitada de 20 modelos que regaló a mujeres que admiraba.

Para poder comprarlo es «imprescindible» enviar un correo electrónico a la marca. «No lo queremos vender online ni en las tiendas», explica la diseñadora. «Si realmente quieres este bolso, tienes que escribirnos y te inscribimos en la lista de espera». Cada bolso es «único» y por este motivo no se puede vender de forma masiva, afirma.

En este año Hearst fue incluida en la lista Ten of Tomorrow de la revista Women’s Wear Daily, considerada como «la biblia de la moda», que agrupa la próxima generación de líderes de la industria.

En 2017 presenta su primer desfile de moda en el refectorio del High Line Hotel de Manhattan. La colección, inspirada en Angela Davis, se destacó porque transmitía un claro mensaje a favor de la sostenibilidad, opuesto al derroche de recursos. Los asientos para el público provinieron de la casa y las oficinas de Hearst. Manos del Uruguay confeccionó almohadones de casimir con sobrantes de colecciones anteriores para uso en los asientos del desfile. Preguntó a los expertos qué huella estaban dejando en el medioambiente y nadie supo contestarle. Su compromiso y ganas fueron aumentando amedida que observaba un total desconocimiento sobre la materia en su entorno.

La relación entre sus raíces y la moda son muy estrechas, el singular uso de sus materiales la llevaron a ganar el International Woolmark Prize y lograr su primera nominación a los CFDA.

Oprah Winfrey asiste a la boda de los duques de Sussex, en 2018, con el bolso Demi de la marca. Sus bolsos han conquistado a grandes personalidades de Hollywood. Sin necesidad de logos, es reconocible como símbolo exclusivo de la marca. Los materiales utilizados, su particular diseño y su delicada elaboración artesanal, lo convierten en piezas tan interesantes como únicas, sin fecha de caducidad, con un estilo y sello fácilmente reconocibles. Varios de sus bolsos tienen lista de espera, gracias a su modelo de crecimiento sostenible, ligado al amor y al respeto por la naturaleza.

En 2019, el grupo LVMH se hace con una parte minoritaria de la marca. Ese mismo año aparece en el número de marzo de Vogue España, junto al cantante Leiva, para presentar su colección de moda masculina. Hearst es gran amiga de Leiva, al que conoció por casualidad y quien se convirtió en la inspiración para su primera colección de moda masculina. La diseñadora contó a Vogue España: «Como dice Leiva, yo siempre siento que estoy empezando. Estoy en el escalón uno y tengo 99 frente a mí».

Su colección primavera/verano 2020 fue noticia como el primer desfile de moda neutral en carbono. Recibe el premio CFDA a mejor diseñadora de moda femenina y, en diciembre del mismo año, es nombrada directora creativa de Chloé, tras la salida de Natacha Ramsay Levi de la marca. Es la primera uruguaya en dirigir la firma francesa.

«Su poderosa visión de una moda más responsable abraza los valores y el sentido del compromiso actual de la mujer de Chloé», comentó el CEO Riccardo Bellini, quien puso un gran énfasis en el giro sostenible que quieren dar a la marca.

En este tiempo ha intentado renovar un poco la firma y poner énfasis en la sostenibilidad. «Mis hijos siempre están mandándome cosas e investigando. Para una presentación de See by Chloé me han dicho: ‘Mira, mamá, los adolescentes llevan ropa super ajustada o muy holgada’. Si algo es justo de tu talla, es que no es para ti», declaraba para la revista Vogue.

En 2021, Jill Biden debutó como primera dama luciendo un diseño Gabriela Hearst en la asunción presidencial. El Financial Times la reconoció como una de las 25 mujeres más influyentes del mundo.

Hearst sorprendió presentando su colección primavera/verano 2022 en la Semana de la Moda en New York, con tejidos de Manos del Uruguay y la música de Juan Campodónico y Luciano Supervielle. Este desfile marcó la apertura de la ciudad y el regreso a la presencialidad en las pasarelas desde la llegada de la pandemia. El desfile tuvo lugar en un depósito neoyorquino con un control contra las emisiones de CO2.

El 40% de la colección fue realizada a partir de materiales discontinuados, porcentaje que quiere seguir aumentando para la próxima colección de pre-otoño, donde la meta es alcanzar el 100%. Las prendas y tejidos en colores flúor y corte relajado se presentaron como la gran tendencia, produciendo ella misma los rosas y verdes que puedes ver en toda la colección. «Una de las cosas en las que estamos trabajando es en la tintura botánica», afirma Hearst.

La sustentabilidad no fue lo único que se planteó en el desfile de New York, también se tuvo en cuenta la diversidad corporal. La diseñadora uruguaya colaboró con artesanas Navajo y con la organización sin fines de lucro Creative Futures Collective, que apoya a los creadores provenientes de comunidades menos favorecidas.

«He aprendido mucho durante este proceso, hilan y tiñen su propia lana, pero los tejidos son sagrados: así que no se pueden cortar», comenta Hearst. «Fue una experiencia increíble trabajar con ellas». Los dibujos de una de sus mejores amigas, así como el de su hija, se vieron plasmados en su colección, haciendo honor a sus valores.

Los diseños artesanales volvieron a tener presencia y protagonismo -abrigos largos de cuero, ponchos, trajes, prendas de puntos, alpaca, seda y colores cálidos como el naranja y amarillo brillante- en la presentación de la colección otoño/invierno 2023, donde la diseñadora volvió a contar con la música de Campodónico y la colaboración de Manos del Uruguay y Madres y Artesanas Tex de Bolivia. El 50% de la colección se realizó con materiales reciclados de la Semana de la Moda de New York.

Hearst apuesta a una nueva realidad sin «etiquetas de género», prendas que pueden ser llevadas tanto por mujeres como hombres. Exploró la idea de la androginia, la que «surge en los mismos períodos en los que ocurre una nueva forma de pensar», según afirmó a la revista Vogue el día antes del espectáculo.

Sus propuestas vuelven a destacar sus valores y la decisión de prescindir de los logos: «La única vez que he puesto mi nombre en una camiseta ha sido para apoyar la campaña de Joe Biden. Creo en hacer ‘branding’ mediante la calidad, no mediante bordados. No creo ni en las tendencias ni en los logos».

Trabaja hace años con Manos del Uruguay, con quienes comparte el espíritu de conocer cada detalle del proceso, desde la selección de los hilados, colores, hasta las ovejas de las cuales proviene la lana. El lujo de crear prendas duraderas y especiales, que den ganas de usarlas la vida entera.

Sarah Jessica Parker lució una manta tejida en el tan esperado reboot de la serie «Sex & The City» y la joven activista sueca Greta Thumber protagonizó la tapa de la primera edición escandinava de la revista Vogue con un vestido y una manta de lana merino.

«Nadie me va a comprar ropa por mis buenas intenciones, la van a comprar porque les gusta. Mi responsabilidad es hacer los deberes y asegurarme de que he tenido en cuenta hasta el último detalle. Quien lleve mis diseños se tiene que sentir empoderada, guapa y cómoda; solo quiero ser el marco de sus vidas, la cosa va más allá de la ropa, gira entorno a las personas», declaró a Vogue.